Como bien sabeís,las añadas de los vinos pertenecientes a las diferentes denominaciones de origen que existen en España, se clasifican en función de su calidad, distinguiéndose en una escala que va desde la añada deficiente a la excelente, pasando por la regular, buena o muy buena. Así, la añada nos ofrece una orientación sobre la calidad del vino.
Las añadas se valoran principalmente por las condiciones climatológicas del año de referencia. Los niveles de insolación han de ser importantes y las lluvias más bien escasas y repartidas en el año. También se deben tener en cuenta los microclimas, por lo que dentro de la misma denominación pueden darse vinos con diferente calificación.
Ahora
bien, hay que tener en cuenta que la valoración de las añadas se
realiza cuándo el vino es joven, por lo que hay que tener en cuenta su
evolución en la crianza y la reserva, en caso de que la tuvieran. Además, la añada nos ofrece una orientación sobre la calidad.
También debemos tener en cuenta el momento en el que el vino alcanza su plenitud y que de la misma uva se pueden realizar vinos jóvenes, con crianza o de reserva. Cada vino debe tomarse en el momento adecuado, aunque pertenezcan al mismo año.
Para disfrutar de un buen momento y de un buen vino, pásate por cuarentagrados.
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