Cuenta la leyenda que a finales del siglo XVI, el afamado pirata Sir Richard Drake,
subordinado del Capitán Sir Francis Drake (corsario de la corona
inglesa) preparó la primera versión conocida de una bebida que llevaba
aguardiente (ron crudo, sin envejecer) de baja calidad, con azúcar,
lima, menta y otras hierbas.
El aguardiente aportaba calor, el agua
diluía el alcohol, la lima combatía el escorbuto (deficiencia de
vitamina C, enfermedad típica de los marineros de entonces que pasaban
meses en la mar sin tomar fruta fresca), la menta y las hierbas
refrescaban, y el azúcar permitía digerir esa mezcla.
En la década de 1860, la producción de ron ya era mucho más refinada y
se añejaba, lo que daba un ron de mejor calidad. Entre los pioneros de
aquella época surgió Don Facundo Bacardi, quien en 1862 creó el
excelente y reconocido hoy en día, Ron Bacardi a partir de las mieles
obtenidas de la caña de azúcar de la región de Oriente de Cuba, donde
tenía sus fábricas.
Este sustituyó al aguardiente, y lo que ya en Cuba se conocía como
Draquecito se rebautizó como "Mojito", antes aún de su popularidad por
Ernest Hemingway quien lo bebía diariamente en La Bodeguita del Medio y
donde primero se empezó a comercializar.
La hierba buena surge del cruce entre distintos tipos de menta, de
manera natural, dando lugar a una nueva, con un mejor aroma y robustez
distinta.
En Cuba en los años 1930 el hielo lo servían en piedras, entero. Más
tarde, al universalizarlo se empezó a usar el hielo picado, entre otras
cosas para que funcionase como filtro y que las hojas se mantuvieran al
fondo y no molestaran en la boca. Por cierto la mayoría mastican la
hierba buena para mejor deleite.
Ven a cuarentagrados y prueba nuestro mojito, quizá hagas como Hemingway...
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