Claude Moët fundó la Maison en 1743. Su nieto, Jean-Rémy Moët fue el encargado de realizar la expansión del champagne por toda la geografía mundial. Además, consiguió dotar a la bodega de todos los requisitos necesarios para elaborar los champagnes más exquisitos, asociados en todo momento al éxito y el glamour (Maison pionera en descorchar botellas con un sable o bautizar barcos o celebrar victorias deportivas).
Con un paseo por las bodegas de Épernay se accede al "corazón" de Moët&Chandon. Están situadas entre 10 y 30 metros debajo del suelo y tienen una extensión de 28 Km. Las condiciones de temperatura y humedad son constantes e inalterables, lo que proporciona al champagne un entorno ideal para conseguir el preciado vino.
Pásate por cuarentagrados y disfruta del champagne más emblemático, el que personifica el estilo Moët, que se caracteriza por un paladar y una madurez elegantes.
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