martes, 13 de agosto de 2013

Un poco de historia...

Cuenta la leyenda que a finales del siglo XVI, el afamado pirata Sir Richard Drake, subordinado del Capitán Sir Francis Drake (corsario de la corona inglesa) preparó la primera versión conocida de una  bebida que llevaba aguardiente (ron crudo, sin envejecer) de baja calidad, con azúcar, lima, menta y otras hierbas.

El aguardiente aportaba calor, el agua diluía el alcohol, la lima combatía el escorbuto (deficiencia de vitamina C, enfermedad típica de los marineros de entonces que pasaban meses en la mar sin tomar fruta fresca), la menta y las hierbas refrescaban, y el azúcar permitía digerir esa mezcla. 

En la década de 1860, la producción de ron ya era mucho más refinada y se añejaba, lo que daba un ron de mejor calidad. Entre los pioneros de aquella época surgió Don Facundo Bacardi,  quien en 1862 creó el excelente y reconocido hoy en día, Ron Bacardi a partir de las mieles obtenidas de la caña de azúcar de la región de Oriente de Cuba, donde tenía sus fábricas. 



Este sustituyó al aguardiente, y lo que ya en Cuba se conocía como Draquecito se rebautizó como "Mojito", antes aún de su popularidad por Ernest Hemingway  quien lo bebía diariamente en La Bodeguita del Medio y donde primero se empezó a comercializar.



La hierba buena surge del cruce entre distintos tipos de menta, de manera natural, dando lugar a una nueva, con un mejor aroma y robustez distinta.

 En Cuba en los años 1930 el hielo lo servían en piedras, entero. Más tarde, al universalizarlo se empezó a usar el hielo picado, entre otras cosas para que funcionase como filtro y que las hojas se mantuvieran al fondo y no molestaran en la boca. Por cierto la mayoría mastican la hierba buena para mejor deleite.

Ven a cuarentagrados y prueba nuestro mojito, quizá hagas como  Hemingway...

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